Problemas de blanco y con gorra

No sé si alguna vez os ha tocado vivir algún episodio con los llamados “canis”. La verdad es que a mi, hasta ahora, aparte de escuchar auténticas barbaridades sobre ellos y ver algún que otro incidente, he de confesar que personalmente, no había tenido ningún altercado.

He estado durante el verano en una academia, donde, por desgracia, la fachada hacía como una especie de ventana; vamos, en resumidas cuentas, un lugar donde se puede sentar la gente mientras espera a entrar.

Pues este sitio ha sido elegido todo este verano por un grupo de canis para hacer “sus cosas”. Bueno, cuando digo sus cosas me refiero a fumar porros, hablar entre ellos y, lo que es más importante, molestar a los demás.

Imaginaos la situación… tú intentando entrar en el maravilloso mundo de las integrales y mientras el grupo de fuera hablando a gritos, poniendo reggaeton a toda voz en el móvil y encima golpeando las paredes y las ventanas.

Hay que admitir que todo esto molesta y mucho más cuando estás intentando concentrarte y estudiar. Pues por si fuese poco, uno de los días que estábamos allí, uno de ellos estaba intentando escalar por la pared. El profesor no tuvo más remedio que salir para pedirle explicaciones; y el chico que subía con tono de chulo y desafiante casi se enfrenta con él.

El colmo fue ya uno de los últimos días cuando al llegar vimos que alguno de ellos había arrancado literalmente un trozo de fachada. Por lo visto están tan aburridos con sus vidas que obligatoriamente tienen que meterse en la de los demás.

Lo más triste es que, como nos decía el profesor, no puede hacer nada. Si les planta cara, se enfrenta con ellos o llama a la policía es buscarse más problemas. Entonces sí que no le dejarán nunca en paz y puede llegar un día y encontrarse con el local quemado o vete tú a saber qué…

Creo que es un problema que nos podría pasar a cualquiera de nosotros. ¿qué solución intentaríais darle ?.

Bs.